GREGOR MENDEL
EL MONJE OLVIDADO DEL HUERTO
Insolente y mal estudiante, hijo de una familia humilde, Mendel se ordenó en el monasterio de Santo Tomás de Brno (República Checa), donde se interesó por la botánica. Entre cruce y cruce de semillas puras de guisante, llegó a formular las leyes que hoy son la genética moderna. Pero ni Darwin ni ningún otro científico de su época consideraron que su descubrimiento tuviera ningún peso. Mendel solo alcanzó a publicar sus conclusiones en una revista residual y murió olvidado, ocupado en descifrar el misterio de las hortalizas.
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